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Herencias padres a hijo

Herencias de padres a hijos en España

Epígrafe: Herencias de padres a hijos en España
La transmisión de bienes de padres a hijos en España es un proceso regulado por el Derecho Civil y afecta a miles de familias cada año.
Entender cómo funcionan las herencias, las implicaciones fiscales, y las diferencias entre herencias con y sin testamento, es esencial para evitar conflictos y asegurar una transición ordenada de los bienes familiares.

¿Cómo Funcionan las Herencias de Padres a Hijos en España?

En España, las herencias se componen de todos los bienes, derechos y obligaciones que deja una persona al fallecer. El proceso sucesorio comienza una vez confirmada la defunción, y los herederos, que en el caso de herencias de padres a hijos suelen ser los hijos y el cónyuge, reciben la parte de la herencia que les corresponde. Las herencias pueden ser testamentarias o legítimas. En el primer caso, el fallecido ha dejado un testamento donde expresa su voluntad sobre cómo deben repartirse sus bienes. En el caso de que no haya testamento, la herencia se rige por lo que dicta la ley.

El Reparto de Herencia en Matrimonio con Hijos

El reparto de la herencia en un matrimonio con hijos depende del régimen económico matrimonial y de la existencia o no de testamento.
  • Régimen de gananciales: En un matrimonio bajo el régimen de gananciales, los bienes adquiridos durante el matrimonio se dividen por mitad. Al fallecer uno de los cónyuges, el 50% de los bienes gananciales pertenece al cónyuge superviviente, mientras que el otro 50% se reparte entre los herederos (normalmente, los hijos).
  • Testamento: Si existe un testamento, el reparto se realiza según lo dispuesto por el fallecido, respetando siempre las partes de la herencia que la ley reserva a los herederos forzosos (los hijos y, en algunos casos, el cónyuge).

¿Qué Parte de la Herencia les Corresponde a los Hijos?

La ley española divide la herencia en tres partes:
  • Tercio de legítima: Es la parte de la herencia que obligatoriamente debe ir a los herederos forzosos, principalmente los hijos.
  • Tercio de mejora: El testador puede utilizar este tercio para beneficiar a uno o varios de los herederos forzosos, dándoles una parte mayor de la herencia.
  • Tercio de libre disposición: Este tercio puede ser otorgado a cualquier persona o entidad, sea o no heredero.

Herencia de Padres a Hijos con Testamento

Cuando se hereda con testamento, el proceso suele ser más sencillo. El testador habrá establecido la distribución de sus bienes, respetando la legítima de los herederos forzosos. Esto puede incluir cláusulas específicas para la distribución del tercio de mejora o del tercio de libre disposición.
Herencia padre a hijo
Herencias de padres a hijos

¿Cuánto se Paga por una Herencia de Padres a Hijos?

El impuesto más relevante en el proceso de herencias es el Impuesto de Sucesiones y Donaciones. Este tributo varía significativamente según la comunidad autónoma. Por ejemplo, en Madrid y Andalucía, existen bonificaciones que pueden reducir la carga fiscal considerablemente, mientras que en otras comunidades como Cataluña o Canarias, las bonificaciones dependen de la cuantía heredada. En general, el impuesto puede oscilar entre el 7,5% y el 35% de la base imponible.

El grado de parentesco es crucial: los hijos, al ser herederos directos, suelen beneficiarse de reducciones fiscales importantes. Por ejemplo, los hijos menores de 21 años pueden tener una reducción adicional por cada año de menos de 21, llegando hasta los 48.000 euros.

Herencia en Caso de Fallecimiento de Ambos Padres

Cuando ambos padres fallecen, la herencia se reparte entre los hijos según lo estipulado en los testamentos o, en su defecto, según lo que dicta la ley. Si no existe testamento, la herencia se divide en partes iguales entre los hijos.

Ejemplo de Reparto de Herencia con Testamento: Viuda e Hijos

Supongamos que un padre fallece dejando un testamento en el que asigna el tercio de mejora a uno de sus hijos. En este caso, el hijo que recibe la mejora obtendrá una parte mayor de la herencia que sus hermanos. El cónyuge superviviente, si bien no es heredero directo de los bienes, puede tener derecho al usufructo del tercio de mejora, lo que le permite disfrutar de los beneficios de esos bienes durante su vida.

¿Qué Ocurre si Fallece uno de los Padres?

Si fallece uno de los padres y existe un testamento, el proceso es más directo. Sin embargo, si no hay testamento, el cónyuge superviviente tiene derecho al usufructo de una parte de la herencia, y el resto se reparte entre los hijos.

Las herencias de padres a hijos en España pueden ser complejas debido a las variaciones legales según la comunidad autónoma y la existencia de testamento. Es crucial estar bien informado sobre los derechos y obligaciones de los herederos para evitar conflictos y gestionar la herencia de manera eficiente. Si tienes dudas sobre cómo proceder en tu caso específico, siempre es recomendable consultar con un abogado especializado en herencias.

Este artículo ha sido elaborado para ofrecer una visión general y no sustituye el asesoramiento legal profesional. Si necesitas ayuda con un caso concreto, contacta con nuestros abogados especialistas en herencias.

Preguntas frecuentes sobre las herencias de padres a hijos

El coste de recibir una herencia de padres a hijos en España está determinado principalmente por el Impuesto de Sucesiones y Donaciones, que varía significativamente entre comunidades autónomas. Por ejemplo, en Madrid y Andalucía, las bonificaciones son elevadas, lo que puede reducir el impuesto casi a cero. Sin embargo, en regiones como Cataluña, el impuesto puede oscilar entre el 7,5% y el 35% de la base imponible. Además, factores como el valor total de la herencia y el grado de parentesco influyen en el cálculo del impuesto. Los hijos, al ser herederos directos, suelen beneficiarse de reducciones fiscales, especialmente si son menores de 21 años o tienen alguna discapacidad.

Cuando se hereda con testamento, el proceso sucesorio es más sencillo, ya que el testador habrá establecido previamente cómo se repartirán sus bienes. En España, la ley exige que se respeten ciertos derechos de los herederos forzosos, como los hijos, a quienes les corresponde al menos dos tercios de la herencia. El tercio de mejora puede ser destinado a uno o varios hijos, mientras que el tercio de libre disposición permite al testador otorgar esa parte a cualquier persona, incluso fuera del círculo familiar. Este sistema permite cierta flexibilidad, pero siempre dentro de los límites legales establecidos.

El reparto de una herencia en un matrimonio con hijos depende del régimen económico matrimonial. En un régimen de gananciales, la herencia se gestiona en dos fases: primero, se liquida la sociedad de gananciales, dividiendo los bienes en partes iguales entre el cónyuge superviviente y los herederos. Posteriormente, el 50% correspondiente al fallecido se reparte según el testamento o, en ausencia de este, conforme a la ley. Los hijos, como herederos forzosos, reciben su parte de la herencia, mientras que el cónyuge puede recibir el usufructo de una parte, generalmente el tercio de mejora.

Cuando ambos padres fallecen, la herencia se reparte íntegramente entre los hijos, según lo estipulado en el testamento o la ley, si no hay testamento. En caso de testamento, los hijos heredarán según las disposiciones hechas por los padres, respetando siempre los derechos de los herederos forzosos. Sin embargo, si no existe testamento, la ley establece que la herencia se divide a partes iguales entre los hijos. Este proceso puede complicarse si hay bienes inmuebles o de alto valor, ya que los hijos deberán decidir si mantenerlos en copropiedad, venderlos o realizar una partición más compleja.

Al fallecer uno de los padres, el reparto de la herencia depende de la existencia de un testamento y del régimen económico matrimonial. Si existe un testamento, el reparto se realiza según lo estipulado, respetando la legítima de los herederos forzosos. En un matrimonio bajo régimen de gananciales, el cónyuge superviviente conserva la mitad de los bienes gananciales, y la otra mitad se reparte entre los hijos. Si no hay testamento, los hijos heredan la totalidad de la herencia, y el cónyuge superviviente puede tener derecho al usufructo de una parte de la misma, generalmente del tercio de mejora.

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